Venus dormida (1507-1510), de Giorgione, Gemäldegalerie Alte Meister, Dresde. Venus Anadiómena (1520), de Tiziano, Galería Nacional de Escocia, Edimburgo. Por otro lado, la vertiente trágica del desnudo -la del pathos helenístico- fue cultivada por Pontormo y Rosso Fiorentino, generalmente con temas religiosos, que podían expresar mejor el emocionalismo manierista, como el Moisés y las hijas de Jetró de Rosso (1523), cuyos cuerpos planos y angulosos son la antítesis del clasicismo.