En Francia se formó la denominada Escuela de París, un grupo heterodoxo de artistas que trabajaron en el período de entreguerras, vinculados a diversos estilos artísticos como el postimpresionismo, el expresionismo, el cubismo y el surrealismo. Entre el simbolismo prerrafaelita y el decorativismo modernista estuvo la obra del ilustrador Aubrey Beardsley, que realizó numerosas obras de carácter erótico (como sus ilustraciones para Lisístrata y la Salomé de Oscar Wilde), con un gran sentido satírico e irreverente, con un estilo basado en un trazo muy estilizado y grandes superficies negras y blancas.