Sin embargo, el modelo de Donatello no era tan atlético como las obras griegas, presentando las formas gráciles y esbeltas de un muchacho en plena adolescencia. Piero di Cosimo, que también retrató a Simonetta Vespucci como Cleopatra (1480), fue un artista original dotado de gran fantasía, con obras inspiradas en la mitología, con un aire algo excéntrico, pero dotadas de gran sentimiento y ternura, donde las figuras -junto a una gran variedad de animales- se hallan inmersas en amplios paisajes: Vulcano y Eolo como maestros de la Humanidad (1490), Venus, Marte y el Amor (1490), Las desgracias de Sileno (1500), La muerte de Procris (1500), El descubrimiento de la miel (1505-1510), Batalla de Lapitas y Centauros (1515), El mito de Prometeo (1515), etc.