Para Leonardo, el estudio de la anatomía le servía más para conocer las proporciones de la figura a representar -aunque luego estuviese vestida-, que no como fin en sí mismo; así, por ejemplo, existe un dibujo medio desnuda de la famosa Mona Lisa, La Gioconda (1503), actualmente en el Museo Condé de Chantilly. Relacionaban cuerpo y espíritu, que para ellos estaban unidos indisolublemente, de tal manera que incluso su religiosidad se materializó en unos dioses antropomórficos.